Los principios de impuestos generales que se aplican a las transacciones de propiedades, se aplican a las transacciones que utilizan moneda virtual. Entre otras cosas, esto significa que: Los salarios pagados a los empleados que usan moneda virtual son gravables para el empleado. Deben ser reportados por un empleador en una Forma W-2, y están sujetos a retención de impuestos a la renta e impuestos a la nómina. Los pagos que utilizan moneda virtual hechos a contratistas independientes y a otros proveedores de servicios son gravables y generalmente se aplican las normas fiscales de autoempleo. Normalmente, los contribuyentes deben emitir la Forma 1099. El carácter o ganancia o pérdida de la venta de intercambios de moneda virtual depende de si la moneda virtual es un activo de capital en manos del contribuyente. Un pago hecho usando una moneda virtual está sujeto a informes de información en la misma medida que cualquier otro pago realizado en la propiedad.